domingo, 13 de mayo de 2012

“También la lluvia”, un filme sobre la disputa por el agua en Cochabamba, Bolivia.

El filme español: “También la lluvia” dirigido por Icíar Bollarín nos muestra la historia del rodaje de un documental sobre la conquista española, en el marco del estallido de un conflicto en torno a la privatización del agua en Cochabamba, Bolivia en el año 2000 como parte de la “Guerra del Agua”. A través de esta historia, Bollarín asemeja la privatización del recurso hídrico con la conquista del oro del siglo XV, y nos lleva a la reflexión sobre las implicaciones políticas en torno al acceso al agua.

La película nos muestra la filmación de una película en Cochabamba sobre la conquista española en el s. XV, dirigida y producida por los personajes de Sebastián y Costa, que busca desconstruir la figura de Cristóbal Colón y reivindicar la de Bartolomé de las Casas y Antonio Montesinos. De hecho, el filme enfatiza la ambición de Cristóbal Colón por la conquista del oro en tierras americanas, a través de medidas como el establecimiento de impuestos en oro entre otros. En una línea del guión de la película el personaje de Cristóbal Colón expresa: “Confraterniza con ellos. El primero que encuentre oro recibe una recompensa. Tratadlos bien…necesitamos de su comida. Ah, y averigua qué armas disponen”. Por otro lado, realza las figuras de Bartolomé de las Casas y Antonio Montesinos, dedicada a la causa de los indios que condena el abuso de los españoles sobre los indígenas: “Condeno la ceguera de los que ignoran el genocidio y dictan las leyes del mundo”. Durante la filmación de esta película, es paradójico que el equipo de producción desvalorizaba al indígena: no tomaba medidas de seguridad durante el rodaje y pagaban un bajo salario por ahorro de costos.

En el contexto del rodaje de esta película dentro del filme “También la lluvia”, surge una problemática política importante. En Bolivia, aparecieron iniciativas de privatización del agua y de venta del sistema de agua a una multinacional. En Cochabamba, tercera ciudad más poblada del país, esto desató en los indígenas una “Guerra del Agua” en el año 2000, a la cual se incorpora un actor de la película: Daniel, que es un líder indígena. A raíz de este involucramiento en las protestas sociales, el rodaje de la película se ve obstaculizado. A través de esta historia, el filme “También la lluvia” nos relata así la disputa en torno al recurso hídrico entre empresas privadas  e indígenas, quienes  rechazan estas iniciativas y organizan un movimiento social en contra de la privatización.

Por un lado, las reivindicaciones principales de los indígenas de Cochabamba se fundamentaron en el hecho de que el agua es la base de vida y que su privatización coartaría a las futuras generaciones por su alto costo económico que impidiría acceder a él. En una escena en la cual un cuerpo de seguridad intenta cerrar un pozo construido por indígenas, un grupo de mujeres indígenas se lanzan contra ellos gritando: “¡Este es el agua para nuestros hijos!” y que con la privatización: “¿y ahora de qué van a vivir: nos quitan las piezas, nos quitan los parques ahora el aire más después nos van a quitar?”. El grupo de mujeres se muestra preocupadas, ya que con escasos recursos, no pueden soportar un incremento del precio del agua. Esta profunda inquietud se refleja en esta escena al amenazar a los policías de una lucha “hasta las últimas consecuencias”. En otra escena, en la cual el líder indígena Daniel, también actor de la película en rodaje, es detenido por agentes de seguridad durante una manifestación, expresa a Costa lo siguiente: “Es que no entiendes, el agua es vida”.

Frente a estas inquietudes, el filme muestra cómo los indígenas se organizan para manifestarse. Organizan la toma de la Plaza 14 de Septiembre y de la compañía privada de agua, protestas sociales y el bloqueo de carreteras de la ciudad por tiempo indefinido. Sin embargo, el filme también refleja como las instancias gubernamentales reprimieron estas manifestaciones, convirtiendo el conflicto en una disputa violenta.Un elemento importante a recalcar en este apartado es que el filme pareciera trasmitir la idea de que el movimiento indígena en contra de la privatización al final de cuentas no sirvió de mucho. En la última escena del filme, conversando con Costa, Daniel afirma que “hoy viene lo más duro”.

Por otro lado, el filme nos muestra que dentro de este conflicto, los actores estatales de Bolivia apoyaron estas iniciativas de privatización bajo el argumento de que el supuesto presupuesto estatal es ajustado para mantener el servicio de abastecimiento de agua. La película nos presenta una escena en la cual el elenco y equipo de producción de la película visitan las instancias municipales y el Alcalde declara que se trata de un: “país con escasos recursos, [por lo cual] nos es difícil mantener un servicio de abastecimiento de agua”. El gobierno boliviano busca dialogar con los indios, aunque en esa escena el Alcalde reconoce que se trata de una tarea dura por la desconfianza forjada a través de una larga historia de explotación; pero no busca llegar a un acuerdo. El Alcalde afirma que “si cedemos un centímetro, estos indios no llevarán a la Edad de piedra”.
En otra escena, un noticiero que comenta los disturbios causados por un enfrentamiento entre indígenas y cuerpos de seguridad, anuncian que: “Según Vice-Presidente de la República se trata de una actitud de subversión que tienen como fin desestabilizar un gobierno constitucional democráticamente elegido. Es un proceso oportunista que busca sumir al país en estado de desorden y caos”.

Finalmente, si bien pareciera que la historia de la filmación del documental histórico sobre la conquista española por el oro de las tierras indígenas en el s. XV, se encuentra desvinculada de la historia del conflicto en torno a la privatización del agua en Cochabamba en el año 2000, me parece que es necesario profundizar la relación entre ellas. De hecho, me parece más bien que el objetivo de Bollarín con este filme es demostrar que la historia de apropiación de recursos indígenas que se dio en el siglo XV con el oro, se continúa aún en la actualidad a través del agua y de las iniciativas de privatización. El realce a los personajes de Bartolomé de las Casas y Antonio Montesinos, figuras defensoras de la causa indígena en el filme que rodaban, nos llama a reflexionar sobre los derechos indígenas al acceso a los recursos naturales básicos, tales como el agua.

En ese sentido, me pareció un filme muy bueno e interesante, ya que refleja cómo un recurso natural puede politizarse y convertirse en objeto de lucha política. En esta disputa de poder entre las instancias estatales y privadas y las comunidades indígenas, en realidad son las poblaciones indígenas las que en la práctica se ven desfavorecidas. Por otro lado, me parece interesante reflexionar sobre el trato actual a las poblaciones indígenas y pensar en la validez de retomar los planteamientos de Bartolomé de las Casas en cuanto a los derechos indígenas.

En mi opinión, el agua es un recurso vital del cual no podemos prescindir y me parece que son las instancias estatales las que deben proveer ese servicio, ya que no todos tienen la capacidad económica de acceder a él, como es el caso de la población indígena de Cochabamba. Me parece que es importante analizar las relaciones de poder; y que todas las instancias complejicen la problemática y articulen las necesidades y posibilidades de todos los grupos sociales.